-Lo has vuelto a hacer...
-¿El qué?
-Has vuelto a rallarte.
-Ya lo se…
-¿Por qué lo haces? ¿Por qué te martirizas así?
-¡No lo se! ¿Crees que me gusta estar así?
-Y entonces, ¿Por qué te rallas?
-¿Te tengo que dar explicaciones a ti? ¡Si tu ni siquiera existes, estas dentro de mi cabeza!
-Claro que existo, ¡soy igual de real que tu! Además… ¿Tienes algo mejor? ¿Tienes a alguien mejor?
-No…
-Pues ya esta, ¿qué quieres hacer?
-Olvidar, aceptar, odiar, gritar…
-¿Llorar?
-¿Qué? ¡Yo no voy a llorar!
-¿A no? Ambos sabemos que no es así, ¡es más! No hace ni una semana dijiste que no volverías a caer y aquí estas.
-¿Y ahora que quieres que haga?
-¡Olvidarlo! Olvidarla…
-¿Olvidarla? No es ese el problema.
-Sabes que si que es el problema. Sabes que esta vez no es como las demás, es diferente… No se que ha hecho esa zorra pero te ha jodido realmente tío…
-No la metas a ella en esto, no es su culpa… ¡Déjame en paz!
-¡Ves! Te cierras en ti mismo, no dejas que nadie te ayude, igual que con tus amigos.
-¡Yo no he pedido que me ayuden!
-Pero esto no puede seguir así, no puedes vivir así, no puedes obsesionarte, no es ese tú modus operand. No puedes esperar a que ocurra, sabes que es algo utópico lo que tú quieres. Las cosas no son como las pintan en las pelis de Hollywood. Nunca tienen un final feliz
-Pero ¿por qué yo nunca puedo ser el protagonista? ¿Por qué no hay nadie que piense en mí?
-No puedes aceptar que ella no piensa en ti, que no le importas, que eres simplemente un “colega”, que ese sitio no vas a llenarlo tu.
-Y entonces, ¿me pides que no me ralle?
-No sirve de nada, ¿crees que los demás son el problema? Ella mismo te lo dijo, no hay nadie más, eres tu el idiota que se cree que el resto del mundo esta en tu contra. ¡Eres tú! No hay nadie más.
-Ya estamos, no puedo creer que hasta tú pienses así. ¿Es que nadie se pone nunca en mi lugar?
-No tienes razón, no puedes obligar a una persona a que haga lo que no desea, va contra tus principios.
-Principios… ¡Si no fuera por ellos ahora no estaría así!
-¿Crees que cambiar de forma de ser va hacer que se fije en ti?
-A lo mejor…
-No dejes de ser quien eres por algo tan banal, eres original, eres diferente, ¡eso es lo que te hace especial!
-Especial… ¿Para quién?
-¡Eso no importa!
-¡Claro que importa!
-El tu que yo conocía no se dejaba manipular por esta mierda, eso de los sentimentalismos no iba contigo…
-Me odio…
-¿Cómo?
-Lo que oyes. Odio haber caído tan bajo, hablando con mi puta conciencia por no tener cojones de decir las cosas a la cara, por no dejar que me ayuden, por no cambiar cuando podía, por no hacer caso a los consejos de mis amigos, por no hacer caso de sus consejos, por dejar que una puta obsesión, pues no es nada más que eso, me haya hecho caer tan bajo.
-En el fondo no es tu culpa… Yo solo quería que te dieras cuenta…
-¡Claro que es culpa mía! Tengo manía, cada comentario amistoso con otra persona me hace sentir celos. ¿Pero celos de qué? ¡No es mía! ¡Ni siquiera lo va a ser! No puedo dejar de pensar que hay alguna posibilidad, no puedo aceptar que ella tiene OTROS preocupaciones…
-Tío, me das miedo…
-¡No empecemos!
-¡Hablo en serio! Es la primera vez en toda la noche que piensas algo cuerdo.
-¿Eso es bueno?
-No lo se, creo que si.
-Pero ¿De que sirve todo esto si igualmente voy a volver a caer en la misma mierda la próxima vez que esté en algún sitio lleno de gente?
-¡Pues intenta evitarlo!
-¿Crees que no lo intento? Cada vez que me rallo me maldigo por no tener fuerza para decir: ¡Basta! Para dejar de pensar, desconectar, morir…
-¿Morir? No me jodas tío…
-No me refiero físicamente, me refiero psicológicamente. Dejar de existir como persona y convertirme en un puto animal como todo el rebaño.
-Eso es difícil.
-¡Lo sé! Seria renunciar a mis principios.
-Ufff…
-Mira tío, ahora no me falles, ahora es cuando más te necesito ¿vale?
-¿Sabes que te digo? Vete a dormir, ha sido una semana dura. ¡Esperemos que no se repita!

No hay comentarios:
Publicar un comentario